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Hoy voy a hablar de la guardería, el debate de cada año al empezar el nuevo curso o en el momento de las preinscripciones. Este año va a ser un poco especial, la situación es muy incierta y a lo mejor, las mamás y papás que no trabajan prefieren cuidar de sus hijos antes que llevarlo a la guardería y, así, minimizar el riesgo de contagio de Covid.

¿Lo vas a llevar ya este año?, ¿vas a esperar a que vaya al cole?, estas y muchas otras preguntas son las que se hacen las madres cuando llega el momento. A mí, es un tema que me ha dado un quebradero de cabeza, por eso quería compartirlo por aquí. Sé que hay diversidad de opiniones, todas respetables, pero yo voy a contar la mía por si puedo ayudar a alguien.

A veces es una opción y otras, una obligación

Hay veces que las opciones son muy limitadas. Si los dos miembros de la pareja trabajan y los abuelos o bien están lejos o también trabajan, no hay más remedio. Yo tengo que decir que soy ‘antiguardería’, no soy partidaria de llevarlo si tengo opción de escoger, aun así y pudiendo elegir, el año pasado llevé a mi hijo de 2 años.

Yo podía escoger. El proyecto de la creación de esta tienda online ya estaba en mi mente y empezaba a trabajar, pero me lo podía combinar para cuidar de él al mismo tiempo. Por otra parte, tengo la familia lejos, por lo tanto, tenía que pensar en cómo hacerlo para poder hacer ambas cosas.

Así que me decidí y al final lo apunté a la guardería, lo hice fuera de tiempo y cuando solo quedaba una plaza porque no me acababa de decidir. Lo hice por varios motivos, entre ellos el que se junte con otros niños, ya que es un niño muy sociable y pensaba que empezar en la guardería sería muy gratificante para él. Además de que yo podría trabajar más horas preparando mi negocio. También pensaba que aprendería cosas.

Pero tengo que confesar que ahora, sin tener en cuenta la situación en la que nos encontramos con el Covid, si me volviera a encontrar igual y pudiera escoger, no lo llevaría. Con eso no quiero decir que en las guarderías no se cuiden ni traten a los niños bien, es más, son profesionales de la educación y saben lo que hacen, nunca he dudado de su profesionalidad. Además, siempre he creído que allí aprenden muchas cosas y es bueno para ellos, pero los motivos de mi opinión son otros, más bien personales.

Más días malos que buenos

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Ahora hoy voy a explicar el porqué. Los primeros días, cuando veía a mi hijo quedarse y empezaba a llorar para que no me fuera, se me rompía el alma (supongo que esto nos pasa a todas). Aunque lo peor que he llevado han sido los virus que empezó a coger, lo cogía absolutamente todo. Dicen que se tienen que inmunizar pero, según leí en el artículo ‘¿Le apuntamos a la guardería?’, de ‘Lucía, mi pediatra’, una profesional a la que me gusta seguir y leer, “hay más de 200 virus descritos causantes de infecciones respiratorias; sería imposible inmunizarse a todos ellos”. No había cogido nunca virus tan fuertes como ahora, él se ponía malo 4 o 5 veces al año, como mucho; y llevándolo a la guardería cada vez que lo veía malito, me sentía culpable.

Además, su pediatra nunca me recomendó que lo llevara porque conocía mi indecisión, siempre me decía “¿quién lo va a cuidar mejor que su madre?”. Me repetía que si lo que quería era que se socializara, con llevarlo al parque un ratito y viendo a otros niños era suficiente. Y yo estoy con ella, la verdad que pienso lo mismo y ahora que lo he vivido, más.

Pues bien, lo llevaba dos o tres días y estaba dos semanas en casa malito. Lo que me creaba más confusión era cuando se quedaba en casa y veía su mochilita, iba a cogerla y quería  irse al cole. Yo sé que allí era feliz, que pasados los primeros días donde se veía solo, lejos de su familia, entonces quería  ir para jugar. Y es que, además, tenemos un vecinito que iba con él y mi hijo le tiene mucho aprecio. Relacionaba el cole con estar con él.

Entonces tenía como sentimientos contradictorios, por su salud no lo quería llevar pero, por otra parte, sabía que iba súper contento y que allí se lo pasaba muy bien. Después de 3 meses desde el inicio de curso y cansada de virus, virus y más virus, lo llevé a la pediatra y me dijo que lo quitara un tiempo, siempre que yo pensara lo mismo porque estaba más días malito que bien. Y así lo hice, eso fue antes de Navidad y hablé con su profesora que lo llevaría para el buen tiempo, para finales de marzo, cosa que nunca llegó porque a mitad de ese mes ya cerraron todos los coles por el confinamiento.

Los pros y los contras

O sea, que mi hijo fue a la guardería durante 3 meses y de forma intermitente. Lo bueno que saqué es lo poco que pudo aprender y su felicidad cuando me contaba cosas que hacía allí. Además, que cuando salía se quedaba un ratito a jugar en el parque que hay delante con sus amiguitos del cole. Lo malo, verle siempre malito y quedarnos en casa sin poder salir, porque cada virus venía siempre acompañado de fiebre y malestar.

Yo respeto la decisión que toman todos los padres y, como he dicho antes, muchos padres no pueden escoger. Yo si no pudiera escoger también lo llevaría, de eso no tengo ninguna duda. Otra cosa es que estuviera más en casa que en el cole en el caso de estar malo. Pero sea la decisión que sea, todo está bien hecho. Como padres, hacemos lo que vemos mejor para nuestros hijos. Yo solo doy mi opinión al respeto, hay gente que pensará como yo y gente que pensará lo contrario, pero todo es respetable y acertado.

Este año, sí o sí, nos toca llevarlo al cole porque ya va a cumplir los 3 años. Por lo tanto, ya nos estamos preparando para ello. Os dejo un enlace a la tienda con material para la vuelta al cole, por si queréis echarle una ojeada.

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1 Comment

  1. Si ambos padres trabajan y ninguno de ellos quiere ser amo de casa, qué mejor que llevar a tu pequeño a la guardería. Por otro lado, estos espacios están mejor preparados que tu hogar para el bienestar de tu pequeño. Además, si tienes pensado renovar la habitación de tu pequeño, una mañana con tu hijo en la guardería te vendrá genial para hacerlo.

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